|Nota: Colaboración ||Foto: TursimoSgo.|

Columna de Ernesto Schammas

Llegan los tiempos de festivales en nuestra querida provincia y las sensaciones ya no son las mismas y menos normales. El sentimiento por nuestras tradiciones y cariño por nuestra música, parece florecer en cada chacarera, zamba, gato o escondido que nuestros oídos traducen y desembocan directo en nuestro corazón.

Claro que es fácil entender para quienes pisamos este suelo embrujado de leyendas y tradiciones, y sobre todo amante de nuestra música. Muchos foráneos comparten este sentimiento y hasta lo valoran, pero para idolatrarlo, venerarlo y tenerlo en la piel, parece necesario haberse criado en esta tierra. Esa misma que fue castigada y que todo le costo el doble, la que supo acoger y enseñar un futuro a quienes amaron y aman nuestra música. Cuanto valor tiene el recibir esta endoculturación de manera directa y precisa, incalculable e invalorable. Ahí la diferencia, por eso soy santiagueño. Por que me siento diferente y vivo de manera distinta nuestra cultura. Ni mejor ni peor, diferente, lo que nos hace distintos a todos. Cuantos amores y desamores seguirán motivando nuestros corazones y sus reacciones. Infinitos, todos los que necesitamos para alimentar nuestro sentimiento por nuestra cultura. Esa, la que nos distingue y diferencia. Por eso y mas, soy santiagueño.

Ernesto Schammas.
Periodista. Conductor de Espíritus de Mi Tierra TV.